DEJA DE BUSCAR FUERA LO QUE SOLO PUEDES ENCONTRAR EN TU INTERIOR
En este mundo en el que vivimos, nuestra mirada siempre está hacia afuera. Así nos lo han enseñado.
Nos enseñan a creer que la felicidad está en tener más, que la paz viene cuando todo esté en orden, que el amor se encuentra en otra persona, y que el propósito se descubre en una profesión o un título.
Y así pasamos la vida buscando, corriendo detrás de algo que siempre parece estar un paso más allá.
Pero, ¿y si el verdadero camino fuera justo al revés?
La desconexión que nadie te enseñó a nombrar
Tal vez sientes que lo tienes aparentemente “todo”, y aún así sientes un vacío.
O que haces todo lo que se supone que deberías hacer, pero no te llena.
Esa sensación no es porque haya algo mal en ti. Es, más bien, un aviso de tu alma. Una señal de que has olvidado mirar hacia adentro.
Porque todo lo que estás buscando —amor, calma, dirección, plenitud— ya está en ti.
Solo que lo has olvidado, que ha quedado tapado por años de creencias, exigencias, heridas no sanadas y roles que fuiste adoptando para adaptarte, para sobrevivir.
El viaje es hacia adentro
Y de verdad que puedes hacer mil cosas y ninguna será la definitiva. No soy la primera ni la única que hablo de esto. Muchas ya lo habíamos oído antes. Entonces, ¿por qué no hacerlo? Porque dejar de buscar fuera es un acto de valentía. Es sentarte contigo. Escucharte. Sentir. Abrirte. Y esto nos incomoda, y mucho.
Es sostener tu sombra sin juicio, y también abrazar tu luz sin miedo.
Ese viaje puede dar vértigo al principio. Porque puede abrir heridas, puede hacerte ver cosas que nunca quisiste mirar. Pero es el único camino de devuelta a casa.
Porque tu alma no necesita que la llenes con nada externo. No necesitas saber más, si no conocerte mejor y estar dispuesta a transformarte. Porque sólo las que se atreven a transformarse podrán ver de lo que son capaces.
Tu alma solo necesita que la recuerdes.
¿Cómo empezar a mirar hacia adentro?
Aquí te comparto algunas herramientas que pueden ayudarte a comenzar este camino de reconexión:
- Silencio diario: aunque sean 5 minutos. Para y déjate sentir.
- Escribe para ti: vacía tus pensamientos sin filtro. Escribe todo lo que te venga a la cabeza. Ahí está tu verdad.
- Observa tus emociones sin reaccionar: observa cómo te sientes en un determinado momento. No dejes que tu mente invalide la emoción, siéntela. Las emociones tienen mensajes profundos.
- Medita o respira conscientemente: tu energía cambia cuando lo haces y además entrenas tu cerebro para estar más atenta a tu mundo interior.
- Pregúntate más seguido “¿Qué necesito hoy?” y escúchate de verdad.
- Hazte tu prioridad: no desde el ego, sino desde el amor.
Tu esencia no está perdida, solo está esperando ser vista
No necesitas otra meta, otro taller, otra validación externa para sentirte completa.
Todo lo que estás buscando ya habita dentro de ti. A veces puede estar profundo, detrás de muchas capas, y costarnos llegar hasta esa esencia que somos en lo primordial, pero si no abandonas, el esfuerzo habrá valido la pena.
Mi propósito con este blog es acompañarte en ese camino.
Para ayudarte a escuchar tu propia voz.
Esa que no grita, pero nunca se apaga.
Esa que es tu esencia… y quiere ser recordada.
¿Sientes que ha llegado el momento de volver a ti?
¡Te leo en los comentarios!
Con amor,
Astrid.
Comentarios
Publicar un comentario